Ada es una gatita mestiza de 6 años. El motivo de la consulta fue una constante y repetida pérdida de orina en forma de gotitas (polaquiurea), que con el tiempo se fue agravando por la presencia de dolor y pasados unos días se observaban también gotitas de sangre. La propietaria informa que Ada comía y tomaba agua normalmente.
A la inspección se observó la zona perineal húmeda, pero el estado general era bueno. La temperatura rectal era de 39,2 °C que es un poco encima de lo normal.Cabe decir que el 80 % de los felinos que vienen a la consulta padecen trastornos urinarios, siendo los machos mas frecuentes que las hembras, y en especial los gatos castrados. Del 80% total, el 90% presenta inflamación de las vías urinarias bajas (uretra y vejiga) con depósitos de cristales. Esto es debido al estrés que sufren algunos gatos, la mala alimentación con balanceados de baja calidad que no acidifican la orina, gatos sedentarios y en su mayoría obesos.
El primer paso en el tratamiento de Ada fue la aplicación de antibióticos, ya que debido a los síntomas, suponía una infección urinaria. El tratamiento duró una semana y en el transcurso del mismo no hubo mejoras, incrementándose el dolor y la sangre en las micciones.
El segundo paso fue recomendar una ecografía abdominal y en su defecto una radiografía como metodología complementaria que nos ayude a arribar a un diagnóstico más preciso. En esta etapa ya estaba pensando en un cálculo de vejiga o lo que era peor un tumor que le ocasionaba el dolor y le impedía contener la orina.
Es necesario mencionar que todo examen complementario, ya sea rayos o ecografía, no se realizan en Puan. Es por ello que los pacientes tienen que viajar a Pigüé, Coronel Suarez o Bahía Blanca, lo cual muchas veces resulta una imposibilidad de hacerlo, obteniendo menos datos en la búsqueda de un diagnóstico.
De inmediato y previa aprobación de la propietaria se decide realizar la cirugía (cistotomía) para extraer el urolito.
En esta imagen observamos la vejiga que asoma del abdomen. A la palpación se aprecia una estructura sólida y dura.
A medida que hago la insición observo con claridad la piedra, que ocupa la totalidad de la vejiga.
La cirugía resulta todo un éxito y para mi asombro el tamaño de la piedra es mayor de lo que pensaba.
Luego se realiza un tratamiento posquirúrgico con antibióticos y dieta con menor contenido en magnesio y acidificante de orina. Recordemos que no todos los alimentos balanceados que encontramos en el mercado poseen esta característica, por lo que recomiendo consultar con el Médico Veterinario sobre cuál es el alimento adecuado.
La piedra es enviada al laboratorio para su análisis.
Hasta el momento Ada contiene la orina y su micción es normal, de color ambarino y límpido.