26 de febrero de 2015 – Fuente: El Territorio (Argentina)
Se estima que Puerto Iguazú tiene una población de 150.000 caninos, en una población de 85.000 habitantes. Sin embargo, el dato que más sorprende es el hecho de que 10% de esta población animal está infectada de leishmaniosis.
Desde hace dos años la Fundación Mundo Sano, la Cátedra de Parasitología de la Facultad de Bioquímica de la Universidad Nacional de Misiones (UNAM), el Departamento de Zoonosis de la municipalidad de Puerto Iguazú y la Universidad ‘José Hernández’ de Alicante, España, monitorean la leishmaniosis en la zona.
La médica veterinaria Marina Ramos participó en los estudios y sigue investigando sobre el tema. La profesional aseguró que generalmente las personas tienen la costumbre de soltar los perros de día y atarlos de noche para que cuiden la casa.
Ramos viene realizando un estudio y señalo que de 150 perros testeados al azar, en 10% se detectó la enfermedad y otro 5% son sospechosos, aunque cada día se detectan nuevos casos, y cada día se sacrifican animales por causa de la leishmaniosis.
La leishmaniosis canina es una enfermedad zoonótica, que se transmite al hombre a través de un mosquito del género Lutzomya.
En Puerto Iguazú los primeros casos se registraron en 2006. Hasta el momento un poco más de 70 personas se han enfermado de la forma visceral sólo en dos provincias: Misiones y Corrientes.
“Estamos en una situación grave, porque hay muchos perros, yo no sé si aumentó el número de perros o si la gente al estar más informada lleva al perro al veterinario. Ahora aparecen perros abandonados, que suponemos que son perros que sus dueños al ver el estado en el que se encuentran los largan a la calle, solo por el hecho de no tener que sacrificarlos”, explicó.
Por otro lado destacó que “es muy importante el control poblacional, lo que se viene llevando a cabo junto con la asociación protectora ‘Amor Animal’, aunque es insuficiente por la gran cantidad de perras que hay en la localidad”.
La doctora resalto que los análisis son concluyentes, y que el plan de la lucha contra la leishmaniosis es la eutanasia. “Tener un animal con leishmaniosis en la casa es una situación bastante complicada y que difícil de resolver; además genera un riesgo sanitario importante para todos los que viven a su alrededor, debido a que el animal sigue contagiando. La mayoría de los veterinarios aconseja la eutanasia, pero la palabra final la tiene el dueño”, indicó.
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